Hoy has encontrado una en tu perro pero y ¿ahora como la quitamos? Pues bien, lo mejor es utilizar un quita-garrapatas, un pequeño instrumento que te permite realizar tracción suave haciendo palanca con el que se sueltan fácilmente. Si tu mascota es propensa a que se le enganchen cuando salís al bosque puedes comprarte uno, los encontrarás en Amazon por unos 5 euros. Si no tienes uno a mano lo mejor es utilizar unas pinzas depilatorias aplicando tracción suave cerca de la cabeza de la garrapata hasta que se desenganche. Es mejor no utilizar depende de que productos que a veces se recomiendan (como el alcohol) ya provocan estrés al insecto que libera todo su contenido en el interior del perro incrementando el riesgo de transmisión de enfermedades. Una vez fuera desinfecta la zona y todo resuelto. Y si no te sientes seguro siempre puedes visitar al veterinario más cercano.
Aquí vienen algunos datos que puede que te interesen:
Las garrapatas son insectos artrópodos parásitos que se alimentan de sangre de múltiples animales entre los cuales encontramos a nuestras mascotas, pero también a otros como zorros, liebres, serpientes llegando hasta nosotros, los humanos.
El mayor problema que ocurre con las garrapatas es que, además de producir una reacción inflamatoria local como cuando te pica cualquier insecto (o en este caso muerde), al hacerlo pueden transmitir multitud de enfermedades, algunas de ellas potencialmente graves.
Si dejamos que nuestros perros tengan garrapatas y no realizamos una buena prevención, además de ser peligroso para ellos, vamos a incrementar el riesgo de que estas nos muerdan y nos transmitan enfermedades a nosotros.
Los síntomas que tendrá tu mascota si padece una enfermedad transmitida por garrapatas van a depender de qué enfermedad concreta se trate, pero por lo general pueden variar desde cansancio, dolor muscular, fiebre, cojeras, falta de apetito, anemia, dificultad respiratoria y en el peor de los casos hasta la muerte.
Ejemplos de enfermedades que pueden transmitir a nuestros perros son la Erlichiosis, Anaplasmosis, Babesisosis y la enfermedad de Lyme. Estas tres últimas pueden transmitírnoslas también a nosotros y algunas más como la fiebre hemorrágica del Congo o la Tularemia.
Lo mejor es realizar una buena prevención. Las garrapatas están presentes durante todo el año, pero tenemos que prestar especial atención durante los meses de más calor y humedad que va a ser cuando estén más activas. Habitan en la vegetación, pero no tan solo en los bosques ya que se han adaptado fantásticamente a zonas urbanas como parques y jardines donde habitualmente paseamos a nuestros perros.
Es una buena práctica cuando volvamos de paseo revisar a nuestro animal, sobretodo aquellos con el pelo largo en los que puedan pasar inadvertidas. A las garrapatas les suelen gustar las zonas calientes, húmedas y sin pelo como las axilas, ingles y entre los dedos, así que presta especial atención a esas zonas.
Por último y más importante, tienes que asegurarte que el protocolo contra parásitos que utilizas, ya sea en forma de pipetas, pastilla o collar proteja específicamente contra las garrapatas así que estate atento a las instrucciones. Si tienes dudas sobre cual es la mejor estrategia para que tu animal esté protegido contra todos los parásitos presentes en tu zona no dudes en contactarnos.
Y como dice el dicho popular, ¡mejor prevenir que curar!
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